El sábado siguiente, en la noche, fui a los
"Condados del Oeste", un pub en el barrio de Paddington, del cual
Nancy me había dado la dirección, describiéndomelo como a un lugar de encuentro para jóvenes a
quienes les gusta la música y el divertimiento.
Todavía había poca gente en la sala: algunos
clientes que acechaban perezosamente una copa en el bar, grandes y largos,
sentados en taburetes altos con los hombros hacia el gran salón que completaba
la planta baja del pub; En el medio del pasillo, dos jugadores, persiguiendo
cuidadosamente sus tablillas, comenzaban entonces un juego de billar y, no muy
lejos, cerca de la pared opuesta del bar, sobre un gran tablero de madera
oscura, se encontraban tres guitarras eléctricas Blazing, una hermosa batería,
algunos micrófonos y otros instrumentos de concierto.
Un aire de intimidad y relax reinaba en el
pub. Pagué por una media pinta de cerveza y comencé a dar un paseo. A través de
las grandes escaleras, en el lado del pedestal que albergaba instrumentos
musicales, llegué al primer piso; Desde allí, saltando de la balaustrada de
madera que delimitaba toda la circunferencia transitable, pude vislumbrar la
situación subyacente; Desde mi punto de vista, podía ver frente a la barra del
bar y justo debajo de mí a los jugadores que estudiaban e hacian sus movimientos básicos y las bolas girando
violentamente sobre la tela verde; Si me inclinaba un poco más, empujando mi
mirada hacia abajo, podía ver la plataforma con los instrumentos musicales
todavía en la oscuridad.
Las cortas escaleras detrás de mis hombros
eran incluso más grandes que las amplias y acogedoras "separés", con
mesas circulares de madera y sofás con un respaldo en la pared que, junto con
los taburetes de madera, proporcionaban los muchos asientos presentes. Incluso
desde los lugares más cercanos a las escaleras se podía ver el piso de abajo.
Soplé mi cerveza y el sirviente, que tomó mi
taza vacía con una sonrisa, confirmó que se iba a sonar para un concierto nocturno. Así que salí a llamar
por teléfono a algunos amigos que no vi por un tiempo.
18.continuarà...
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